Hoy quiero hablar un poco sobre Mindfulness, creo que es algo que se debería de enseñar desde pequeños, para que de esa manera, cuando vayamos creciendo, poder conocernos mejor a nosotros mismos y saber focalizar nuestro presente, nuestro aquí y ahora.
Mindfulness es un estilo de vida en el que también forma parte la meditación, pero no nos confundamos, no es lo mismo. Mindfulness es la focalización de la atención en el momento presente, es un método para conseguir la atención plena, centrándonos en lo que esta sucediendo en el aquí y ahora y aceptándolo sin más, sin intentar cambiarlo.
¿Alguien ha visto o leído a Borja Vilaseca? Para quien no lo conozca os resumiré que es un escritor y profesor, tiene varios libros y videos de podcast y conferencias a los cuales os invito a echarles un vistazo.
Hay una conferencia en la que habla sobre la Realidad Neutra, en esa conferencia y sobre esa «Realidad Neutra» de la que habla, podemos encontrar una gran similitud con Mindfulness.
Borja Vilaseca dice que la realidad del momento es el aquí y ahora, y efectivamente, en cierto modo eso es el Mindfulness, si estás leyendo esta entrada de mi blog tu realidad es esta, puedes tener una vida, un trabajo, unos hijos y un marido, pero tu realidad de ahora es esta, estás leyendo y en conexión con la lectura, no tienes que dejar que los pensamientos que puedan pasar por tu mente te desconecten de la lectura. Pues Mindfulness es eso.
Imagínate estar en una biblioteca y escuchar a un grupo de gente cómo, gradualmente, va alzando la voz hasta que el bibliotecario les dice: “ssshhhhh que estamos en una biblioteca”, y automáticamente se dan cuenta que efectivamente están en la biblioteca y que tienen que estar en silencio, eso es Mindfulness, volver al momento presente, centrarnos en donde estamos y que está pasando, sentir nuestro cuerpo y desde ahí volver a conectar.
La mente nos juega malas pasadas, nos hace evadirnos del momento, del aquí y ahora, y en vez de disfrutar de lo que está sucediendo o centrándonos en lo que estamos haciendo, nos llegan pensamientos que nos hacen ausentarnos de nuestra atención en el presente. Pero ella es así, siempre nos va a lanzar pensamientos, para que nos acordemos que tenemos una vida, unas preocupaciones, unas tareas, que tenemos que poner la lavadora cuando lleguemos a casa o meter en un sobre el dinero para la excursión del colegio. Pero ahí estamos nosotros para saber gestionar a nuestra mente y que no nos haga boicot de nuestro momento.
Cuando digo que es algo que nos deberían enseñar desde pequeños es porque los beneficios que tiene el Mindfulness en las personas son maravillas, y si eso lo aprendemos desde pequeños nos ahorraríamos muchos problemas de mayores con el estrés, la ansiedad, la memoria, la capacidad de concentración, la resiliencia,… Y un sinfín de aspectos rutinarios en nuestras vidas.
En los niños se demuestra que generan un autocontrol maravilloso y les ayuda en la gestión de las emociones, esas emociones que tanto les frustran a ellos mismos y que a veces los padres tampoco sabemos gestionar ni acompañar. De este tema os hablaré en otro post, ya que pedimos a los niños gestionar y controlar emociones que nosotros cómo adultos no sabemos. Pero ahora sigamos con el aquí y ahora.
El objetivo que se quiere conseguir cuando entramos en este mundo tan maravilloso de Mindfulness es lograr un profundo estado de consciencia. Llevar la atención y consciencia a la vida cotidiana y tus rutinas.
Y mientras escribía este post me ha pasado justo todo esto, estaba en atención plena, mis hijos estaban viendo un documental de National Geographic, la vida sigue, la gente pasa por la calle y los coches también, estaba tan metida en la escritura que ha venido mi hijo el pequeño a pedirme una servilleta y por un momento he desconectado de la escritura y he empezado a oír todo tipo de ruidos, ha pasado una furgoneta por la calle haciendo bastante ruido, resulta que la tele también estaba emitiendo ruidos, pero no la oía. Esa capacidad de absorción, de Realidad Neutra según Borja Vilaseca y también podemos asociar a un estado de Flow, del cual hablaba en el anterior post, porque estoy absorta en mi escritura y disfrutando de ella. En mi aquí y ahora.
No es imposible conseguir la atención plena, solo requiere de cierto entrenamiento. La fuente de la felicidad y la alegría es la esencia de la plena consciencia, y la conseguimos cuando tenemos conciencia sobre nuestra respiración. Puede parecer una poco difícil al leer pero verás que sencillo es con un pequeño dibujo.
No me vale que digas que tu no puedes porque no tienes, todos llevamos en lo más profundo una pequeña semilla de la plena consciencia, solo que no hemos llegado hasta ella y no la hemos regado. Por eso es tan importante escucharnos, sentirnos y descubrir cómo somos en realidad, porque solo así de esta manera nos estaremos cuidando y regando esa semilla interior que todos tenemos para que podamos disfrutar de su crecimiento.
Pon en práctica con acciones tan esenciales cómo la respiración, inhala, exhala y practica el paso atento al caminar. Cuando lo hayas conseguido podremos pasar a ejercitar una comida atenta, una conducción atenta, y un sinfín de cosas que hacemos rutinariamente con el automático puesto sin ser conscientes.
RECUERDA:
Hay que detenerse y practicar.
Ten perseverancia y paciencia, poco a poco sumando minutos y acciones.
Escoge tu momento y si puede ser, en un ambiente relajado sin ruidos.
Céntrate en la respiración.
Y si aparecen pensamientos y emociones no te preocupes, hay que mantenerse neutro ante ellos, no juzgar y observarlos de forma impersonal.
Instala en tu interior cimientos de libertad, paz y amor.
Gracias por acompañarme en mis escrituras.


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